Lo que antes era una minúscula tienda de vinos mexicanos traídos especialmente desde Baja California y un pequeño restaurante para doce personas a cargo del chef César Margain, hoy se conjunta para ofrecer al caminante curioso de la colonia Roma un espacio tranquilo en el que podrá probar excelentes bebidas y acompañarlas de bocadillos y botanas de la más alta calidad. Buena música, una decoración que imita una bodega de vinos y sinceridad delante y detrás de la barra caracterizan este bar que imaginamos que en breve se convertirá en un icono de la ciudad.
SiMon nació en esta corriente que busca renacer el papel del tabernero, en el que la barra, el gran conocimiento en destilados y fermentados, y productos hechos en casa son clave. Su principal objetivo es traer a la Ciudad de México un poco del Valle de Guadalupe: vinos que no tienen representación en la capital, y a precios honestos. Dice Natalia Margain, hermana del anfitrión, que quieren destruir el mito que existe entre los mexicanos de que el vino mexicano es costoso.
Las noches en SiMon son de media luz y volumen discreto, aquí no se viene a beber hasta desfallecer sino a disfrutar del ambiente. La familia Margain está detrás de la barra, que es un decir, pues siempre hay alguno de ellos platicando con los clientes. Siempre hay alguien rebanando las piezas de charcutería de productores artesanales de la más alta calidad, preparando una tabla de quesos mexicanos o abriendo un frasco de vegetales encurtidos por ellos mismos.
Pero como en cualquier bar digno de ser llamado así, SiMon se centra en las bebidas. Las tinajas de mezcal cuelgan de lo alto en un sistema de draft desarrollado por ellos mismos. Las cervezas, también de barril, cambian cada mes pero siempre son de calidad artesanal. El vino es otra cosa; producido por Margain mismo y traído desde el Valle en bolsas especiales para su conservación para así evitar el desperdicio de botellas de cristal.
SiMon abrió sus puertas en enero en la calle Zacatecas de la colonia Roma, a pasos de la Plaza Luis Cabrera. Es el lugar ideal para quienes buscan desenchufarse de la ajetreada vida citadina y pasar el tiempo muerto si están por la zona, no importa si van solos o acompañados. Si la ocasión lo amerita, también cuentan con un pequeño aparador de vinos en venta al publico y un staff dispuesto a recomendar el mejor para tus necesidades. Una nueva propuesta digna de ser probada por los amantes de la buena bebida y comida.
Dirección: Zacatecas 126, col. Roma Norte, Ciudad de México.
Twitter: @vinos_simon
SiMon nació en esta corriente que busca renacer el papel del tabernero, en el que la barra, el gran conocimiento en destilados y fermentados, y productos hechos en casa son clave. Su principal objetivo es traer a la Ciudad de México un poco del Valle de Guadalupe: vinos que no tienen representación en la capital, y a precios honestos. Dice Natalia Margain, hermana del anfitrión, que quieren destruir el mito que existe entre los mexicanos de que el vino mexicano es costoso.
Las noches en SiMon son de media luz y volumen discreto, aquí no se viene a beber hasta desfallecer sino a disfrutar del ambiente. La familia Margain está detrás de la barra, que es un decir, pues siempre hay alguno de ellos platicando con los clientes. Siempre hay alguien rebanando las piezas de charcutería de productores artesanales de la más alta calidad, preparando una tabla de quesos mexicanos o abriendo un frasco de vegetales encurtidos por ellos mismos.
Pero como en cualquier bar digno de ser llamado así, SiMon se centra en las bebidas. Las tinajas de mezcal cuelgan de lo alto en un sistema de draft desarrollado por ellos mismos. Las cervezas, también de barril, cambian cada mes pero siempre son de calidad artesanal. El vino es otra cosa; producido por Margain mismo y traído desde el Valle en bolsas especiales para su conservación para así evitar el desperdicio de botellas de cristal.
SiMon abrió sus puertas en enero en la calle Zacatecas de la colonia Roma, a pasos de la Plaza Luis Cabrera. Es el lugar ideal para quienes buscan desenchufarse de la ajetreada vida citadina y pasar el tiempo muerto si están por la zona, no importa si van solos o acompañados. Si la ocasión lo amerita, también cuentan con un pequeño aparador de vinos en venta al publico y un staff dispuesto a recomendar el mejor para tus necesidades. Una nueva propuesta digna de ser probada por los amantes de la buena bebida y comida.
Dirección: Zacatecas 126, col. Roma Norte, Ciudad de México.
Twitter: @vinos_simon
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